En "Ana Karenina", novela publicada en 1877, León Tolstoi desmenuza las frivolidades y las enfermizas pasiones del zarismo en contraposición al personaje femenino que da título a la novela. Sobre la decadencia del imperio, que Tolstoi ya intuye irreversible, Ana, ya sea en las sombras de su gabinete o en la infinitud de los campos, se recorta como un fulgor constante. De este modo, el realismo se rodea de la evanescencia de un sueño que el amanecer, aunque lejano, ya comienza a desgarrar. En esta gran novela se narra el desarrollo de dos amores que se desenvuelven en paralelo. Ana Karenina, mujer de la alta sociedad enamorada del joven oficial Vronski, abandona a su esposo y a su hijo para seguir a su amante. El romance clandestino tiene un final trágico. A la vez que se nos hace la crónica de estos amores desgraciados, la novela nos ofrece, en contrapunto, la apacible historia de amor de la hermana de Ana que se casa con un noble terrateniente para vivir dichosos en el campo. En "Ana Karenina", la fuerza y la riqueza de las descripciones, la pintura inimitable de los caracteres, la penetración psicológica, y más que nada la alta lección moral que se desprende de ella, forman un conjunto de tanta belleza y grandiosidad, que con razón se ha dicho que es una de las novelas más grandes y una de las obras más acabadas que nos ha dejado el genio del hombre.
León Tolstói
León Tolstoi fue un gran novelista ruso, profundo pensador social y moral, y uno de los más grandes autores del realismo de todos los tiempos. Hijo de un terrateniente, nació en 1828 en Yásmaia Polonia, la cual era la propiedad agrícola de su familia en Moscú. Tuvo tutores ses y alemanes, y a los 16 años, ingresó en la Universidad de Kazán, donde estudio lenguas y más tarde leyes. Abandonó sus estudios en 1847. Después de haber intentado mejorar las condiciones de vida de siervos de sus tierras, se metió de lleno en la disipada vida de alta sociedad aristocrática moscovita, a la que prometió en sus diarios gentilmente reformar. En 1851, decidió incorporarse también al Ejército ruso. Allí estuvo en o con los cosacos, que se convertirían en los protagonistas de una de sus mejores novelas cortas,Los cosacos (1863) en ella compara el cansancio y la juventud moscovita con el vigor y la vida al aire libre de los cosacos, que representa con simpatía y un profundo realismo poético. Concluyó una obra autobiográfica, llamada Infancia (1852), a la que siguieron, Adolescencia (1854) y Juventud (1856) en las cuales reveló una serie de recuerdos de carácter psicológico similares a los de la mayoría de los jóvenes. Estas obras fueron inmediatamente acogidas por el público, de igual modo que Sebastopol (1855-1856), tres historias basadas en la guerra de Crimea. Tolstói regresó a San Petersburgo en 1856, y se sintió atraído por la educación de los campesinos. D
Ver ficha de León Tolstói »