El primer ministro de Israel, Beniamin Netanyahu, ha dicho este jueves que el asesinato a tiros de dos empleados de la embajada israelí en Washington demuestra al mundo el “precio terrible del antisemitismo y la incitación salvaje contra el Estado de Israel”. “Los libelos de sangre contra Israel están en aumento y deben ser combatidos hasta el final”, ha asegurado el mandatario a través de un comunicado.
Como consecuencia de este ataque en territorio estadounidense, Netanyahu ha anunciado que Israel aumentará la seguridad de sus representaciones en el extranjero, las cuales, según ha afirmado el ministro de Exteriores hebreo, Gideon Saar, están especialmente expuestas al riesgo.
El crimen, supuestamente cometido por un hombre que gritó “Palestina libre” tras disparar, también ha suscitado la reacción del presidente israelí, Isaac Herzog, quien ha calificado el asesinato como “un acto despreciable de odio y antisemitismo”. Por su parte, el embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, ha denunciado que “muchos líderes a nivel mundial condenan el antisemitismo y los crímenes de odio, pero no hacen lo suficiente para aplicar la ley”.

El primer ministro israelí, Beniamin Netanyahu, ayer en Jerusalén
Alemania y Francia hablan de “acto odioso”
Uno de los primeros mandatarios internacionales en expresar su rechazo al crimen ha sido el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien, en un mensaje publicado en la plataforma Truth Social, ha asegurado que los “horribles asesinatos” son “obviamente” fruto del “antisemitismo”, y que “el odio y el radicalismo no tienen cabida” en su país.
Desde Europa, la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas se ha mostrado “conmocionada” por el tiroteo y ha dicho que “no hay ni debe haber cabida en nuestras sociedades para el odio, el extremismo ni el antisemitismo”. Por otro lado el canciller alemán, Friedrich Merz, ha condenado “firmemente” el asesinato, que ha calificado como un “acto odioso”, término que también ha empleado el ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean-Noël Barrot, quien ha cargado contra la “barbarie antisemita”.
El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, se ha sumado a esta repulsa general escribiendo en sus redes que “nada justifica el antisemitismo ni ese acto de barbarie”. En esta misma línea también se ha manifestado el secretario de Exteriores británico, David Lammy, quien ha manifestado su consternación por el “atroz crimen”.
El atentado de Washington podría dar argumentos políticos a Netanyahu y a sus socios de extrema derecha en el Gobierno para endurecer todavía más su ofensiva militar en Gaza. Asimismo, puede generar simpatía hacia Israel por parte de los aliados occidentales en un momento especialmente crítico: esta semana, la Unión Europea y el Reino Unido han anunciado represalias contra Netanyahu con el fin de presionarlo para que levante el bloqueo de la ayuda humanitaria en la franja, donde dos millones de personas hace casi tres meses que no pueden recibir alimentos ni suministros médicos del exterior.